Crecimiento económico de Japón. Modelo de desarrollo y su revolución tecnológica
- Economía
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Resumen
Uno de los factores que han caracterizado la transformación de la
economía e industria de Japón es el mejoramiento del nivel tecnológico
llevado a cabo por medio de la rápida innovación en la tecnología y los
diversos esfuerzos del sector industrial en su conjunto. Japón, gracias a
lo expresado con anterioridad, de importador de tecnología se está
convirtiendo en un exportador tecnológico, está exportando tecnología a
los países desarrollados.
El Modelo de Desarrollo japonés
En las últimas décadas se ha insistido mucho en tomar como ejemplo
aquellas experiencias asiáticas exitosas de salida del subdesarrollo:
los llamados “tigres asiáticos” (Corea del Sur, Taiwán, Singapur y
Honkong). Hasta cierto punto, hay mucha semejanza entre el modelo de
desarrollo de Japón en el período posterior a la Segunda Guerra Mundial,
entre 1952 y 1990 y las experiencias más recientes de los llamados
Nuevos Países Industriales (NICs).
En todos estos “modelos” se repite como una constante la presencia de
Estados muy activos en la regulación de la economía para inducir la
competitividad del aparato productivo nacional y acceder al cambio
tecnológico. En definitiva, no debe olvidarse que la introducción de
nuevas tecnologías se realiza para elevar el grado de explotación de los
trabajadores, pues la tecnología no es más que un instrumento de la
lucha de clases en manos del capital.
La empresa japonesa se desarrolló después de la Segunda Guerra
Mundial en un entorno muy fuerte, no solo externo, sino también interno.
El Departamento de Empresa del Ministerio de Industria y Comercio
Internacional (MITI) contribuyó en gran medida a flexibilizar los
caminos de la empresa hacia el desarrollo, hacia la competitividad
nacional e internacional. Creó un entorno interno a la empresa japonesa
que favoreció su capacidad competitiva. El Departamento de Empresa se
concentró en determinadas empresas para la reestructuración industrial,
para facilitar la transferencia tecnológica, para garantizar como
criterio de decisión el largo plazo, para atender las prioridades
internas y las amenazas externas.
Entre las funciones que cumplió el Departamento de Empresa del MITI en ese período distinguimos las siguientes:
- Elaborar la política de reestructuración y racionalización empresarial sobre la base de medidas fiscales, crediticias y de desarrollo de infraestructuras.
- Promover la cooperación empresarial en aspectos tales como compartir tecnologías, especialización de líneas de producción, uso conjunto de recursos, almacenes, consultas de planes de inversión.
- Coordinar las acciones conjuntas de las Asociaciones de Empresarios sectoriales para la protección contra la concurrencia extranjera.
El carácter selectivo como el MITI y el Departamento de Empresa
protegen el desarrollo industrial no se limita a las fases recesivas del
ciclo económico; abarcan todo el ciclo económico. El Consejo de
Racionalización Industrial, creado en diciembre de 1949, promovió en la
década de los 50, una cultura empresarial común, con énfasis en la
administración científica: la vida empresarial debía centrarse en las
prácticas gerenciales y no en las preferencias arbitrarias de los
propietarios del capital.
La competencia inducida significa que la misma se da siempre en el
contexto de la racionalización, la selectividad, con conciliación
productiva nacional.
El MITI promovió prácticas gerenciales “racionales”:
- Modelos para los sistemas salariales y de promoción.
- Modelos para la organización de los locales de trabajo en función de una mayor intensidad de trabajo.
- Modelos para entrenar empleados (dentro o fuera de la jornada de trabajo).
Las firmas están entrenadas para escuchar las orientaciones del MITI.
Cuando al MITI lo acusan de monopólico, se argumenta que solo se pide
un comportamiento cooperativo:
- Compartir tecnología.
- Limitación de líneas de producción.
- Uso conjunto de depósitos para materias primas y productos acabados.
- Consulta sobre planes de inversión.
Como el MITI puede bloquear el acceso a divisas extranjeras (Ley del
Capital Extranjero, 1950) de cualquier firma que juzgase que está
desperdiciando recursos valiosos, las firmas “escuchan”. Con la Ley del
Capital Extranjero se estableció un Comité de Inversión Extranjera para
autorizar todo inversionista extranjero con licencias, patentes, etc. El
Departamento de Empresa del MITI asumió después esta responsabilidad.
El carácter selectivo para el crecimiento acelerado 1955-1990, se manifestó en las siguientes políticas básicas:
- Políticas industriales proteccionistas de competencia inducida.
- Políticas tributarias para promover ahorro e inversión.
- Aislamiento del mercado interno de la influencia extranjera.
- Políticas de estructura financiera (crédito preferencial, etc.).
El éxito de la reestructuración industrial de Japón en el período
1950-1990, se puede apreciar en el cambio dinámico que ha tenido su
estructura económica hacia un alto valor agregado y el papel creciente
de la industria, primero, y de los servicios después:
- Sector I: Agricultura, Forestal, Pesca.
- Sector II: Minería, Construcción, Manufacturas, Transporte.
- Sector III: Gastronomía, Barberías, etc. (Generan ingresos). No incluyen Bancos, inmobiliarias, ni transporte.
Participación del PNB por sectores industriales
AÑO | SECTOR I | SECTOR II | SECTOR III |
1946 |
38.8
|
26.4
|
34.8
|
1949 |
27.4
|
32.1
|
40.4
|
1952 |
24.8
|
31.3
|
43.8
|
1959 |
14.3
|
38.0
|
47.7
|
1965 |
9.5
|
40.1
|
50.4
|
1970 |
5.9
|
43.1
|
51.0
|
1975 |
5.3
|
38.8
|
55.9
|
1980 |
3.6
|
37.8
|
58.6
|
1985 |
3.1
|
36.3
|
60.6
|
1990 |
2.4
|
36.9
|
60.7
|
1991 |
2.2
|
37.5
|
60.3
|
1992 |
2.1
|
36.7
|
61.2
|
Fuente: Revista Mensual Yomei – URI, Número de noviembre de 1994.
El movimiento obrero tuvo gran fuerza después de la Segunda Guerra
Mundial, con un Sindicato poderoso (Sanbetsu Kaig), vinculado al Partido
Comunista. En 1945 ocuparon fábricas abandonadas por sus propietarios y
las echaron a andar con participación de ingenieros. En 1946 plantearon
el objetivo de una reconstrucción industrial sin despidos, y con
estabilidad para los pequeños industriales y comerciantes. General
Electric hizo fracasar esta política, provocó despidos de obreros en la
empresa Toshiba y otras empresas e institutos de investigación. Esto
debilitó al sindicato Sanbetsu Kaigi. Ahora importaba mucho la
aprobación de la calidad de los productos, teléfonos, etc., y por eso se
cerraban las fábricas.
El sindicato Sohyo, apoyado por el Partido Socialista, cobra fuerza a
partir de 1950. Impulsaba la “Ofensiva de Primavera” y las huelgas.
Pero aquellos sindicatos que a nivel de empresa eran conducidos por
militantes de izquierda, eran atacados uno a uno y se imponía la
colaboración entre el capital y trabajo. Los líderes dispuestos a
colaborar con la administración prevalecieron unas veces, otras, los
empresarios impusieron nuevos sindicatos de empresa, a los cuales había
que afiliarse obligatoriamente para conseguir trabajo.
Conclusión: la lucha del movimiento obrero obligó al capital en
alianza con el Estado, a generalizar el empleo de por vida, el salario
por antigüedad y el sindicato de empresa, como solución favorable al
capital.
- El sindicato por empresa basa su estrategia en elevar la intensidad y la productividad del trabajo, para competir por la ganancia extraordinaria, que supuestamente la empresa compartirá en forma “justa” con los trabajadores. El sindicato DOMEI, que pasó a dominar en Japón, apoyado por el Partido Democrático Socialista del Japón, tiene su base formada por sindicatos colaboracionistas de las grandes empresas privadas. Sustituyó a SOHIO cuando fracasó la huelga de trabajadores de Ferrocarriles Nacionales en 1975. A partir de 1975 prevalece cada vez más el colaboracionismo.
- El salario por antigüedad está basado en el empleo de por vida. Cada año se incrementa el salario si se incrementa si el trabajador cumple satisfactoriamente. Los trabajadores no regulares no participan de este sistema.
- El empleo de por vida significa que una empresa importante u organismo gubernamental contrata una vez al año, en la primavera, cuando los jóvenes se gradúan de secundaria, preparatoria o universi9dad. Una vez contratado, el nuevo empleado conserva su trabajo hasta que llegue elo retiro obligatorio a los 55 años de edad. Ninguno será despedido a no ser que incurra en un delito importante.
El Estado japonés, con la ayuda del Gobierno de los Estados Unidos,
creó en la primera mitad de los 50, el Movimiento por la Productividad:
- Agosto de 1952: Asociación para la Educación Industrial. (Para estrechar vínculos entre el capital privado y las humanidades).
- Junio de 1954: se funda el Consejo Cooperativo para la productividad; la industria privada se lanza en ese movimiento.
- Febrero de 1955: se establece el Centro para la Productividad del Japón que aún es una institución fundamental. Se crea un Consejo para la Productividad que sirve de enlace entre el Centro y el gobierno.
Los tres principios del Movimiento:
- Cooperación entre el pueblo y el Gobierno.
- Cooperación entre empresarios y trabajadores.
- Distribución de los beneficios derivados de los aumentos de la productividad.
En septiembre de 1955 el sindicato DOMEI (de empresas privadas) se
entrega al movimiento por la productividad. En diciembre de 1957 el MITI
publica el Libro Blanco sobre la Racionalización Industrial, donde se
promueven las actividades concretas para el incremento de la
productividad, muy vinculadas a la participación de los ingenieros en
las empresas privadas.
Hay un fuerte vínculo entre las Asociaciones de Empresarios y el
Estado para promover, no solo la reconstrucción industrial, sino la
competencia inducida.
En 1956, la Asociación de Empresarios (Nikkeiren) insiste sobre la
necesidad de mejorar la educación tecnológica. Lanza un extenso
documento “Acerca de la Educación Tecnológica para adecuarse a las
necesidades de la nueva era”.
El Centro para la Productividad del Japón promueve la cooperación
entre la industria privada y las universidades; el Ministerio de
Educación, también.
En 1957 el Ministerio de Educación de Japón pone en práctica el plan
para el aumento de los estudiantes de Ciencia y Técnica. Comienza el
boom de las carreras de Ciencia e Ingeniería. En febrero de 1959 se
funda la Comisión de Ciencia y Tecnología (para investigaciones
estratégicas).
De 1960 a 1970:
Los círculos de control de la calidad, el sistema de consulta mutua y
el sistema de ingenieros, surgieron en los años 60: la incorporación
masiva de ingenieros a las empresas en estrecha colaboración con los
trabajadores de fábrica y con flujo de información hacia la Oficina de
I-D.
El sistema Taylor no dependía (como este sistema) del nivel de
información del obrero base para la innovación como fuerza de trabajo
calificada. No dependía de esos pequeños grupos de obreros y sus
relaciones con los ingenieros. En apariencia, estamos ante un modelo de
cogestión obrero-patronal de la producción y la distribución de los
beneficios. En realidad, se trata de un método de plusvalía absoluta y
relativa, que eleva la subordinación del trabajo al capital. Una actitud
militante de los trabajadores frente al capital perjudica la carrera
laboral. Único camino: pasividad en cuanto a demandas por condiciones de
trabajo y actitud activa para brindar información vinculada a
innovaciones tecnológicas.
Los “círculos de calidad” permiten el flujo vertical de información
desde la fábrica hacia la Oficina de I-D e información horizontal entre
los compañeros del grupo de trabajo.
¿Qué nivel de decisión tienen los obreros y los ingenieros? Solo
accediendo a puestos gerenciales se puede decidir sobre personal,
equipo, presupuesto. En época del crecimiento rápido de Japón esto
costaba 15-20 años de vida laboral.
Entre los años 60 y 70 se promueve la ingeniería inversa masiva. Se
emplea masivamente a los ingenieros. Objetivo: mejoras incrementales
(kaizen) sobre la tecnología importada, aplicada a los procesos de
producción y a la mejora de la calidad de los productos.
Durante el período 1970-1990, se mantiene la utilización masiva de
ingenieros ocupados en las mejoras incrementales de procesos de
producción y productos y en la participación activa de trabajadores en
la provisión de información para facilitar los procesos de
racionalización. Sin embargo, 1970-1990 es también el período del boom
de la búsqueda por institutos de I-D e investigación aplicada de nuevos
productos y procesos, ya no solo sobre la base de tecnología importada.
El sistema de las “tres joyas” de la gerencia japonesa creó un
mercado interno de trabajo altamente competitivo en las grandes
compañías: obrero contra obrero, ingeniero contra ingeniero. ¿A quién
conviene? Al capital. Pero este mercado interno ha evolucionado durante
40 años. Incorporó instituciones tales como el control total de calidad,
el sistema de sugerencias, la generalización de la formación de la
fuerza de trabajo por OJT (on de job training) o por “off job training”
dentro de la empresa. Todo ello ocurrió en el contexto de una
disminución progresiva del poder de negociación de los trabajadores con
relación a las condiciones de trabajo, nivel salarial, intensidad del
trabajo, duración de la jornada de trabajo, etc.
En los años 90 dos nuevos factores llevaron a cambios importantes en
ese mercado interno de la fuerza de trabajo en las grandes empresas:
- La generación nacida en la inmediata postguerra (baby boomers), que ingresó a trabajar al final de la etapa de alto crecimiento económico, estaba en la edad que debía acceder a puestos gerenciales (jefe de sección, jefe de departamento, jefe de división).
- Y ya no existían perspectivas de que el crecimiento económico anual alcanzara el 9% que caracterizó a buena parte de los 80.
Por tanto, a los 40 años de edad: traslado a empresas más pequeñas;
invitación a retirarse con pago de indemnización; permanencia en la
empresa con el salario y el título de personal gerente, pero sin
subordinados empleados. (Ahora están junto a la ventana). Todo ello
herencia del salario por antigüedad y del empleo de por vida. Se acorta
la carrera laboral dentro de la empresa. En fin, se deteriora el
principio de las”tres joyas” de la gerencia japonesa. Mientras ese
principio fue útil al capital, tuvo vida.
Cuando todo avanzaba bien, el empleo de por vida garantizaba un
sistema de entrenamiento que desarrollaba las habilidades de los
empleados en forma planeada y coordinada, como un sistema de
incentivos,, que lograba obtener altos niveles de esfuerzos
individuales. Pero hoy no es posible para todos acceder a gerentes.
Incluso, hoy, uno de menos edad puede resultar más idóneo cuando se
trata de nuevas tecnologías.
La teoría de Marx acerca de la mercancía fuerza de trabajo permite
reconocer las ventajas que ofrece al capital japonés la regulación por
parte del Estado del mercado de trabajo de los ingenieros. En el primer
tomo de “El Capital”, capítulo 4, Carlos Marx explica cómo se determina
el valor y el valor de uso de la mercancía fuerza de trabajo. Esta
teoría es fundamental para comprender la importancia que ha tenido en
Japón el “capital humano”, asociado especialmente al personal
calificado, en este caso, los ingenieros.
El valor de uso de la fuerza de trabajo del ingeniero se pone al
servicio del capital en las áreas de investigación, desarrollo y
producción:
- Área de investigación: Investigación básica y aplicada, casi siempre se realiza en proyectos conjuntos Inter.-empresas o en proyectos estatales.
- Área de desarrollo: desarrollo y diseño de productos y procesos. Se realiza por unidades de negocios.
- Área de producción: Los ingenieros deben rotar por distintas áreas y dominar todo el sistema productivo.
La potenciación del valor de uso de la fuerza de trabajo del ingeniero se desarrolla mediante varias prácticas:
- El trabajo por encargo: la Unidad de Negocios (U,N) le pide, por ejemplo, al instituto de investigación un resultado.
- El instituto de investigación vende el producto de la investigación al Departamento de Desarrollo y de Diseño de la U.N.
- Formación de grupos de trabajo (Proyect Teams).
- Rotación del personal de ingenieros por todas las áreas: de investigación, desarrollo y producción; el orden de rotación puede ser diverso.
- Transferencia de tecnología al interior de la empresa.
- La competencia por introducir productos y procesos, obliga a generar capacidad ingenieril en todas las áreas.
El valor de la fuerza de trabajo del ingeniero, en términos
relativos, tiene una magnitud relativamente baja en Japón con respecto
al nivel que alcanza esa magnitud en el resto de los países capitalistas
desarrollados, dígase EE.UU. y la Unión Europea, por ejemplo. Ello se
debe a la forma cómo está regulado el mercado de trabajo de los
ingenieros. Están sometidos al mismo régimen salarial del resto de los
empleados, por tanto, los ingenieros reciben todo el peso de las
contenciones de salarios, incluso, los salarios suben más rápido en el
sector financiero que en el manufacturero.
Se atrae a los ingenieros al sector manufacturero (área de
investigación, desarrollo y producción) por el carácter creativo de este
trabajo: productos y procesos palpables. Se crearon institutos de
investigación en los 80 para atraer estudiantes. Los vínculos
universidad-industria determinan el mercado de trabajo. No se hace
realidad ahora que todos accedan a gerentes. La vida del ingeniero ya no
es tan “promisoria”.
La burocracia japonesa (agente de la regulación estatal) ha
demostrado históricamente haber tenido capacidad política para negociar
los costos de transformación económica, arbitrando los intereses de los
sectores atrasados y avanzados. Lograron preservar el pasado
preparándose para el futuro. La tarea de hoy parece consistir en armar
una estrategia de conciliación productiva internacional.
Mientras más globalizada es la economía, más difícil es conciliar una
estrategia negociada interna. Las grandes empresas globales pasan a
defender intereses cada vez menos congruentes con el espacio nacional.
En este sentido, las firmas japonesas enfrentan esta situación con
nuevas estrategias para diversificar sus mercados; por una parte, buscan
nuevos socios comerciales; y por otra parte, profundizan sus relaciones
con los viejos socios.
Reconocer la importancia del modelo japonés no significa pretender
transferirlo a nuestras realidades, pero sí puede aprenderse de ese
modelo. El problema es saber identificar el punto de partida nuestro y
el punto de llegada al que aspiramos; y a qué distancia estamos, dadas
las actuales condiciones de globalización económica de cada uno de esos
puntos.
DESARROLLO DE LA ROBOTICA.
La revolución tecnológica nipona
Uno de los factores que han caracterizado la transformación de la
economía e industria de Japón es el mejoramiento del nivel tecnológico
llevado a cabo por medio de la rápida innovación en la tecnología y los
diversos esfuerzos del sector industrial en su conjunto.
Japón, gracias a lo expresado con anterioridad, de importador de
tecnología se está convirtiendo en un exportador tecnológico, está
exportando tecnología a los países desarrollados.
El Gran Salto Tecnológico: Las cuatro ramas tecnológicas más destacadas en Japón son:
- La Automotriz
- La Informática (Computadoras)
- La Electrónica
- La Robótica
Las corporaciones principales de estas ramas o industrias
tecnológicas son la Toyota, Fujitsu, Matsushita y la Fanuc Estas
corporaciones se han venido desarrollando sobre todo a partir de la
década de los 60.
Los automóviles son uno de los productos japoneses mejor conocidos.
Es uno de los países que produce más automóviles, buses y camiones en el
mundo. La industria automotriz de Japón ha sido llamada la industria
básica del país.
Se dice que la industria automovilística es un barómetro que muestra
la fuerza industrial general de un país puesto que para fabricar
automóviles se necesitan componentes y partes suministradas por casi
todos las ramas industriales, tales como productos siderúrgicos,
plásticos, electrónicos, etc.
En cuanto a la informática y la electrónica el gobierno el gobierno
japonés está aplicando su Estrategia de Tecnología de la Información y
las Comunicaciones “e-Japan”. Con esta estrategia Japón ha logrado un
gran salto tecnológico a nivel mundial. Conseguir este objetivo exige el
cumplimiento de 4 planes principales:
- Mejorar el hardware de la Tecnología de la Información, mediante la instalación de una red de fibra óptica, que proporcione conexiones de red a velocidad ultra-rápida.
- Facilitar el comercio electrónico para que cualquier persona o entidad pueda participar en este campo de actividad.
- El desarrollo de un Gobierno virtual o Gobierno electrónico. Esta estrategia no significa la desaparición del modelo tradicional de gobierno, sino el aprovechamiento de las ventajas de las nuevas tecnologías para racionalizar los procedimientos administrativos, mejorar los servicios para los residentes, desarrollar las diferentes regiones del país y paliar las diferencias en cuanto al uso de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones en las mismas.
- Fomentar el desarrollo de recursos humanos de alta calidad, procurando que todos los ciudadanos tengan los conocimientos prácticos sobre información para que puedan utilizar estas tecnologías.
Desde el lanzamiento de la estrategia hasta la fecha, se han logrado
notables avances. En el 2001 el 10,5 % de las empresas participaban del
comercio electrónico ya sea a través de Internet o a través de una red
de computadoras. El sector de finanzas y seguros era el que más uso
hacía del comercio electrónico en ese año: el 13,7% de las empresas
realizaban operaciones por esta vía. Los sectores de la minería y la
construcción son los de menor participación al contar, respectivamente,
con un 1,4% y un 4,6% de sus empresas involucradas en este tipo de
transacciones.
En el 2001 el volumen de mercado efectuado mediante el comercio
electrónico relacionado con los bienes de consumo final creció un 96,0%
con respecto al año 2000, mientras que el mercado para el comercio
electrónico relacionado con los bienes intermedios mostró un incremento
del 41,5%.
En cuanto al desarrollo de un gobierno electrónico o virtual se puede
señalar que en el año 2001 existían 319 915 computadoras personales
disponibles en los gobiernos de las prefecturas y 561 721 computadoras
personales en los gobiernos municipales. Existían, además, 1 310 páginas
Web de entidades públicas a todos los niveles del gobierno nacional.
También se reporta una computadora personal disponible por cada 1,2
empleados en todas las agencias del gobierno nacional, como resultado de
los esfuerzos del gobierno para que exista una computadora disponible
para cada empleado público.
En la educación también se observan resultados muy positivos pues el
gobierno ha estado desarrollando la infraestructura en el sistema
educativo japonés para que Internet pueda ser utilizada en las clases de
todos los grados. En marzo del 2001 se instalaron computadoras
prácticamente en todas las escuelas públicas de educación media y media
superior. El número de computadoras para uso educacional por escuela
pasó a ser de 11,3 en 1998 a 24,4 en el 2002 en el caso de las escuelas
de enseñanza elemental. Para la enseñanza media superior esta cifra pasó
de 41,4 a 94,7 en el 2002 (MPHPT, 2003a). Además, el 75,8% de todas las
escuelas públicas tenían conexión a Internet en el 2001 y de estas, el
33,9 % habían creado sus propias páginas Web
En el 2002 se lanza el Programa e-Japan 2002, programa anual que
incorpora y le da continuidad a la estrategia e -Japan precedente. La
reciente explosión de un sistema de telefonía móvil de INTERNET da
muestra del potencial del país para producir innovaciones mundiales.
Aunque los europeos se ufanan de superar a Estados Unidos en la carrera
de los teléfonos celulares, Japón esta por delante de ambos en INTERNET
móvil.
En Japón los celulares con acceso a INTERNET ha tenido un fuerte
impacto en las ventas y aproximadamente 13 millones de personas, la
décima parte de la población, ya se están suscribiendo al sistema
(i-mode).
El gran éxito en esta tecnóloga radica en que están conectados
permanentemente a INTERNET, lográndose entrar en la WEB casi al instante
y sin necesidad de discar. Las pantallas de los celulares están
conectadas a 15 000 sitios de INTERNET, que ofrecen correo electrónico,
juegos, servicios bancarios, noticias y caricaturas. Estos aparatos son
baratos y pequeños. Como se sabe, los japoneses viven en casas
minúsculas. Debido a esto, a los consumidores les agradan los artefactos
móviles que proporcionan información y ayudan a pasar el tiempo.
Esta irrupción tecnológica representa un buen avance para la economía
japonesa. El i-mode podría significar para las compañías niponas una
gran ventaja en otras partes del mundo.
Robótica
Japón se ha convertido en el país de los robots. La robótica es uno
de los campos en los que Japón tiene ventajas tecnológicas. El
desarrollo tan espectacular de esta rama es explicado por la
productividad interna de Japón que es el principal consumidor de robots y
también por la expectativas que ofrece el mercado norteamericano, pues
Estados Unidos importa de Japón el 80% de esta tecnología.
La aparición de los robots industriales se remonta al año 1962 en
Estados Unidos. Se introduce en Japón en los años 60 en las industrias
petrolera y petroquímica para automatizar los procesos de producción.
Solo las industrias con gran capacidad de inversión estaban podían
adquirir robots industriales, pues en aquel momento a los robots
industriales les faltaba flexibilidad y computadoras para el sistema de
operación, por lo que sólo las grandes empresas que tenían sistemas de
fabricación en masa de pocos tipos de productos decidieron utilizar los
robots industriales. En los 80’s aparecieron los robots de inteligencia
artificial equipados con sistemas de computadoras que analizan el estado
de las existencias en almacén y las necesidades de los clientes y
dictan fabricación por sí mismos.
Desde que los robots se unieron al personal de las fábricas en la
década de 1970, el desarrollo y la tecnología de la robótica en Japón
han liderado el mundo. En la actualidad continúan marcando el modelo
para todo el planeta.
A partir de la segunda mitad de los 80’s cuando la economía se
encontraba en fase de expansión, se seguía difundiendo el uso de robots
industriales hasta en las pequeñas y medianas empresas que sufrían por
escasez de mano de obra. Los robots industriales permitieron mantener la
competitividad de la economía japonesa.
Muchos de los automóviles en Japón se construyen con robots, pues son
máquinas complejas diseñadas para tareas especificas. Son capaces de
hacer trabajos repetidores y aburridos, dejando a la gente libre para
cosas más interesantes y complicadas. Analistas opinan que Japón posee
más robots industriales que todos los países desarrollados en su
conjunto.
En la última década han creado humanoides que andan con dos piernas.
Una modalidad de esta tecnología es el traje-robot HAL (Híbrido de
Asistencia para las Extremidades). El HAL es el primer sistema del mundo
que enlaza el cuerpo humano con una estructura robótica que se mueve
como uno desea. Trabaja tan cerca con los sistemas neurológicos y
músculo-esquelético de la persona que lo lleva que de hecho es una
prolongación del propio cuerpo.
Las diversas partes del cuerpo humano se mueven cuando el cerebro
envía órdenes a los músculos. Estas órdenes son pequeñas señales
bioeléctricas que se pueden detectar en la piel. El HAL las detecta y
las convierte en órdenes que envía a los centros motores que lleva
incorporados. De este modo si una persona lleva puesto un HAL y quiere
levantarse, sentarse, andar o cargar algo pesado, el HAL identifica las
señales enviadas por su cerebro y le ayuda hacer todas esa cosas.
El traje-robot es un tipo de exoesqueleto (como un segundo esqueleto,
pero externo) que le puede dar la fuerza adicional necesaria para
levantar algo tan pesado que no podría sin ayuda.
El traje-robot HAL puede ayudar a personas con discapacidades físicas
o aquellas que realizan trabajos físicos duros. También podría
utilizarse en operaciones de rescate.
Uno de los factores fundamentales que influyen en el desarrollo
actual de la tecnología japonesa es el reducido presupuesto que la
industria bélica destina para la defensa.
Conclusiones
El gran desarrollo económico de Japón posterior a la II Guerra
Mundial y hasta finales de los años 80s, se debió fundamentalmente a que
su modelo económico se basaba en un papel protagónico del Estado para
dirigir la economía y en los mecanismos de armónica coordinación entre
el gobierno, la empresa privada y los trabajadores.
El gobierno supo priorizar las industrias estratégicas para el
desarrollo. El modelo se basó en una política de corte keynesiano que
hizo posible que la economía nacional funcionara eficientemente.
Con independencia de los logros científicos, tecnológicos y de
gerencia avanzada de la economía japonesa, el crecimiento acelerado y
sostenido de Japón tras la Segunda Guerra Mundial se debió mucho, a las
bajas tasas de cambio que pudo mantener el yen con respecto al dólar.
Era la época en que amparados por el interés de los EE.UU. en mantener
un Japón fuerte en el contexto de la guerra fría, los productos
japoneses lograron una alta competitividad en el mercado internacional y
ello contribuyó a que el peso fundamental del crecimiento económico de
Japón fuera impulsado por las exportaciones. Es cierto, que ello tenía
como contrapartida el encarecimiento de las importaciones.
En Japón, para lograr su recuperación económica, se ha preferenciado
la competencia tecnológica internacional para accionar sobre el costo de
producción y la calidad del producto, con lo cual se influyó en la
magnitud del valor dentro de la rama tecnológica seleccionada como
sector clave de penetración en el mercado mundial.
Hoy Japón es el líder mundial en aplicaciones de patentes, y casi
todas ellas son para nuevos usos o derivados de tecnologías existentes.
La estrategia que está aplicando Japón desde hace algunos años es
seguir la tecnología de avanzada, a esta estrategia le han llamado: “Por
un Japón innovador” que consiste en centrarse en como mejorar la fuerza
competitiva no solamente del sector de la manufacturación sino del país
en su conjunto.
En este momento Japón sigue siendo una formidable potencia
industrial. Sus fabricantes producen exportaciones competitivas y
gracias a las innovaciones tecnológicas, se han hecho con el liderazgo
en distintas categorías de productos que incorporan componentes de valor
añadido mayores.
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- Joaquín Fernández y Ernesto Molina: La organización empresarial japonesa como escuela en el campo de la teoría económica y el papel del Estado japonés en el desarrollo del capitalismo, CEAO, La Habana, 1996.
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